Se emplean varios métodos para clasificar la obesidad, entre ellos los más utilizados son el índice de masa corporal (IMC) y la distribución de grasa corporal. El cálculo del IMC es muy sencillo, basta con aplicar la siguiente fórmula:
IMC = |
peso (en kilogramos) |
altura (en metros al cuadrado) |
En el Consenso Español para la Evaluación de la Obesidad, la clasificación según el IMC se ha establecido en:
Índice de Masa Corporal |
IMC (kg/m2) |
|
Nivel de gravedad |
25 - 26,9 |
|
sobrepeso grado I |
27 - 29,9 |
|
sobrepeso grado II |
30 - 34,9 |
|
obesidad grado I |
35 - 39,9 |
|
obesidad grado II |
40 - 49,9 |
|
obesidad grado III (mórbida) |
> 50 |
|
obesidad grado IV (extrema) |
|
La grasa puede distribuirse de forma generalizada o localizarse en unas zonas concretas del cuerpo. Habitualmente la grasa se localiza en la zona abdominal en los hombres y en caderas, nalgas y muslos en las mujeres. Se ha relacionado la localización abdominal del exceso de grasa con un mayor riesgo de aparición de elevaciones del colesterol y los triglicéridos, diabetes, infarto de miocardio y de mortalidad en general. La distribución de tipo femenina se relaciona inicialmente con problemas de retorno venoso en las extremidades inferiores (varices) y con artrosis de rodilla. Para saber qué tipo de distribución de la grasa padecemos hay que dividir el perímetro de la cintura por el perímetro de la cadera. En la mujer, cuando es superior a 0,9, y en el varón cuando es superior a 1, se considera obesidad de tipo central o masculina. Con el cálculo de la circunferencia de la cintura podemos establecer la obesidad de mayor riesgo, ya que los datos referidos a la circunferencia de la cintura de la población española permiten estimar parámetros de riesgo a partir de 95 cm en varones y 82 cm en mujeres, y riesgo muy elevado a partir de 102 cm en varones y 90 cm en mujeres.
|