únicamente uno de cada cinco pacientes afectos de sobrepeso acude al médico en busca de un tratamiento adecuado. La publicidad favorece cada año la aparición de nuevas cápsulas y otros métodos que dicen que disminuyen el peso haciendo perder milagrosamente las grasas. En realidad estos ineficaces remedios lo único que adelgazan es el bolsillo de las personas que pretenden adelgazar sin sacrificarse. Las fórmulas magistrales (cápsulas milagrosas), en las que se mezclan diferentes compuestos como hormona tiroidea, diuréticos, anfetaminas, laxantes, etc. están prohibidas por ley. Sus peligros para la salud son evidentes: depresiones, psicosis, cuadros de ansiedad, hipertensión, arritmias cardiacas, fibrosis renal, hipotiroidismo, etc. Actualmente se dispone de dos fármacos que son:
La sibutramina (Reductil®), que actúa sobre el sistema nervioso central disminuyendo la sensación de hambre y aumentando el metabolismo. Sus efectos secundarios más frecuentes son: sequedad de boca, estreñimiento, insomnio e incrementos de la presión arterial y del ritmo cardiaco.
El orlistat (Xenical®), que actúa inhibiendo la absorción de un 30% de las grasas ingeridas. Sus efectos secundarios más frecuentes son: flatulencia, retortijones, urgencia intestinal e incluso incontinencia, heces oleosas y aumento en el número de deposiciones. La cirugía bariátrica solo está indicada en obesidades mórbidas y extremas. Se consigue una disminución de peso mediante la reducción del volumen del estómago o con técnicas de derivación gastrointestinal que reducen la absorción de los alimentos. Entre el 10 y el 20% de los operados tienen algún tipo de complicación. La mortalidad media como consecuencia de la cirugía bariátrica está en torno al 2%. Los pacientes operados deberán realizar un seguimiento estrecho de la evolución de su estado nutricional y psicológico durante toda la vida. Otros tratamientos. La introducción de un globo en el estómago para ocupar parte de su volumen y así conseguir que la ingesta sea menor, no ha dado los resultados esperados. Por otra parte, la fijación de los maxilares, para evitar que el paciente pueda comer sólidos y su ingesta quede limitada a los líquidos es una técnica poco utilizada en nuestro medio, dado que sus resultados tampoco han sido satisfactorios. Apoyándonos en nuestra experiencia durante los últimos dieciséis años recomendamos a todos nuestros pacientes de obesidad el tratamiento dietético de su enfermedad. Al inicio del tratamiento te aconsejamos llegar a un peso adecuado a sus características. Para alcanzar el peso aconsejado te recomendamos una serie de dietas. Empezamos con una dieta de combinación en la que te pedimos que coma hasta saciarse de los alimentos incluidos en ella, pero siguiendo estrictamente el orden de las combinaciones alimenticias. A las dos semanas te aconsejamos una dieta hipocalórica en la que podrá comer muy variado pero todo pesado. Cada dos semanas te recomendamos una nueva dieta alternando entre los dos tipos descritos anteriormente lo que aporta variedad y equilibrio a nuestro sistema de alimentación consiguiendo así un aporte adecuado de sustancias energéticas (glúcidos o hidratos de carbono y lípidos o grasas), sustancias estructurales (proteínas y minerales) y aquellas sustancias necesarias para el buen funcionamiento de las reacciones químicas de nuestro organismo (vitaminas). Con este método hemos conseguido pérdidas de hasta 72 Kg en valor absoluto y de más del 50% del peso inicial en valor relativo, mejorando en todos los casos el estado de salud inicial tanto física como analíticamente. únicamente recomendamos la cirugía bariátrica en aquellos pacientes afectos de obesidad mórbida o más grave que sean incapaces de hacer nuestras dietas. Es importante concienciarse al empezar una dieta de que estamos iniciando el tratamiento de una enfermedad metabólica. Para conseguir la meta será necesario sacrificarse durante el tiempo necesario para alcanzar el peso deseado. Si lo conseguimos la mejoría de nuestra salud y de nuestra calidad de vida nos recompensará. |